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Ganadores y perdedores en el agronegocio de la palma aceitera (página 2)



Partes: 1, 2

Agrega el dirigente gremial que "existe tecnología para la
producción de biodiesel de alta calidad y el
aceite de
palma es una materia prima
con muchos atributos favorables para su producción". El potencial de
producción nacional es de dos millones de litros por
día y, cuando este tope se alcance, posiblemente en 2009,
podría salir del mercado el 60 por
ciento de la producción de aceite de palma, que
también ayuda a regular los precios (Jens
Mesa Dishington, Fedepalma).

Por su parte, el ex ministro de Agricultura y
desarrollo
rural enfatizó que "Colombia ha
encontrado un enorme yacimiento energético. No está
en el subsuelo, sino por encima de este, se encuentra en toda la
agricultura".

Programa nacional
de biodiesel

El gobierno, para
viabilizar el modelo
productivo de agrocombustibles, promovió la
conformación de la mesa nacional de biocombustibles por
gremios (1),gobierno (2) y otros sectores (3) , lo que
permitió que en el año 2006 se estructurara y
pusiera en marcha el Programa nacional
de biodiesel, que a su vez, estructuró y ajusto la
normatividad jurídica y técnica; estableció
arreglos institucionales, acciones en
materia de
campañas de promoción y educación sobre el
nuevo producto, y
principalmente oferto incentivos
económicos; lo que atrajo un grupo
representativo de inversionistas, a quienes les interesa el
desarrollo de proyectos de
plantas de
biodiesel en las zonas palmeras, que actualmente se encuentran en
diferentes etapas de implementación y entran en
operación entre 2008 y 2009.

 Marco Jurídico: Ley 939
de 2004

*Plantea el inicio del programa de
incorporación de aceite de palma al diesel que se
consume en el país: enero de 2008 % de
Incorporación: 5% (B5) en 2008 y 2009 10% (B10) en
2010. Incentivos tributarios:

Exención de impuestos
IVA,
global –

*Proyección de la capacidad instalada de
producción de biodiesel:*2007: 86.000
toneladas/año 26,0 millones de
galones/año

*2008: 410.000 toneladas/año 124,3 millones
de galones/año

*2009: 200.000 toneladas/año 60,6 millones
de galones/año

*Total: 696.000 toneladas /año 211,0
millones de galones/año

Alianzas
Productivas

Las plantaciones de palma aceitera en Colombia, son "un
triste ejemplo del cóctel de latifundismo con aspiraciones
de eficiencia o
modernidad que al
pretender ser productivo se reafirma en su origen excluyente y
monopolista del uso de la tierra
(4)". Mondragón 1999, denomina estas alianzas como
aparcerías en gran escala, en las
cuales el indígena y el campesino
entregan su tierra para
que los terratenientes y empresarios se beneficien. Esta figura
comenzó su regulación desde 1999 con el proyecto de ley
agraria 151, que buscaba condicionar la recuperación de
tierras indígenas a la elaboración de "proyectos
productivos" pero desconocía la protección
constitucional de los territorios colectivos y de a la diversidad
cultural.

En síntesis,
lo que se busca es que en los territorios de comunidades locales
e indígenas, donde existan cultivos ilícitos que
sean erradicados por las fumigaciones, estos, tengan como
única opción los contratos de
aparcería a gran escala. Mondragón 1999(5), define
estos como "una contra-reforma
agraria, en la cual se sustituiría la
producción campesina por el dominio de
grandes cultivadores, que se beneficiarían de la mano de
obra campesina e indígena, con formas de
servidumbre".

La ley forestal y el Estatuto rural, plantearon en su
momento que el modelo productivo que se impondría en la
política
ambiental y rural, son las formas productivas que sean eficientes
y competitivas, basado en una fuerte apertura a los
inversionistas y a la concesión de tierras para establecer
sistemas
extractivistas de bosques naturales y para el establecimiento de
monocultivos agroindustriales de exportación y de cultivos permanentes,
dentro de los cuales está en primera línea la palma
aceitera.

Estas leyes planearon
que la forma como se involucrara a las comunidades
indígenas, afrocolombianas y campesinas es mediante las
alianzas productivas, para la explotación de los recursos
madereros en los territorios colectivos y mediante convenios de
asociación para el establecimiento de plantaciones de
palma. Estas alianzas asociativas se han establecido en el
Pacifico más que con consejos comunitarios, con
agricultores independientes, y en el Sur de Bolívar
con campesinos que tienen muchas décadas de
ocupación de estos territorios, a quienes los empresarios
y paramilitares les han ayudado a obtener los títulos
legales, pero amarrándolos a contratos de
asociación para establecer palma.  Tenencia de
la tierra

La estructura de
la tenencia de la tierra en Colombia sigue siendo de carácter feudal y es uno de los
países que tiene mayor inequidad en la distribución de la tierra, en donde se
concentra en muy pocas manos. En el territorio nacional tiene 114
millones de hectáreas, de éstas 51.3 millones de
hectáreas son consideradas como superficie agropecuaria.
La tenencia de la tierra tiene una relación directa con el
ejercicio del poder (6),
actualmente 30 millones de hectáreas se usan para la
ganadería
extensiva, un uso inadecuado generalmente asociado al latifundio
(tradicional, de los narcotraficantes, de los paramilitares y de
los agroindustriales) (7). El territorio nacional solo 10
millones de hectáreas son realmente adecuadas para la
agricultura (8).

De esta área aproximadamente cinco millones de
hectáreas se establece agricultura agro industrial, y el
resto del área está constituida por suelos en zonas
de ladera y también en zonas bajas tropicales no aptos
para la agricultura intensiva de monocultivos, en donde existen
principalmente sistemas productivos tradicionales de
pequeños productores que son los que están
sustentando gran parte de los alimentos que
todavía se producen en el país. El rasgo
característico de la relación entre el campesino o
colono y la tierra en Colombia, ha sido la precariedad de las
formas de ocupación y posesión. El Procurador
General de la nación
en su análisis crítico del Estatuto Rural,
señala que el 85 % de los habitantes del campo carecen de
títulos de propiedad de
la tierra, siendo en su mayoría poseedores, ocupantes y
tenedores de buena fe.

Para el caso de las zonas en donde se ha desarrollado el
modelo productivo de la palma aceitera, desde, las empresas
cultivadoras llegan a los territorios ancestrales de comunidades
nativas y campesinas, despojando a dichas comunidades de sus
tierras, y por lo tanto de todos los elementos necesarios para su
supervivencia. El resultado final es el desplazamiento de las
comunidades y finalmente les queda vía libre a los
cultivos (9). Esta ha sido la triste historia del desarrollo de
la palma aceitera desde hace décadas en las regiones del
Medio y Bajo Magdalena y recientemente en el Chocó y en el
Sur de Bolívar.

Este "modelo" ha afectado doblemente al sector campesino
(10): los cambios inducidos en los usos del suelo, en
particular en aquellas zonas donde se ha cambiado la
vocación agrícola por el desarrollo de las
actividades ganaderas, han dejado sin empleo a
muchos de los jornaleros y pequeños productores rurales
(en la práctica la fuente posible de empleo para los
jóvenes es enrolarse en las fuerzas armadas del Estado o con
los grupos armados
que hacen parte del conflicto). Es
así como las amenazas o el empleo de la violencia,
sobre la población rural, obliga al campesino a
vender (por lo general cinco a diez veces por debajo del precio del
mercado) o en muchos casos tiene que dejar abandonadas sus
parcelas (11).

En este contexto se ubica la situación de
violencia (12) donde los neolatifundistas proponen la
conformación de sociedades y
alianzas productivas a los pequeños e incluso medianos
propietarios y productores induciéndolos a asociarse a los
proyectos de monocultivo, como en el caso de la palma aceitera,
mediante un sistema de
endeudamiento, con el sofisma de la "economía campesina de la palma" (13). En
realidad lo que los empresarios buscan con estas alianzas es
garantizar una oferta de
materia prima permanente, sin tener ninguna vinculación
laboral entre
los latifundistas que controlan los procesos de
elaboración y comercialización; pero que finalmente los
campesinos quedan más empobrecidos (14).

Palma de aceite
en el Meta

En Colombia el cultivo de palma de aceite se desarrolla
de manera nucleada, al año 2006 habían reportados
7.000 productores de fruto y 51 plantas extractoras de aceite a
nivel nacional, con un área plantada de 303.768
hectáreas de las cuales 183.905 ha (60.5%) están en
producción y 119.863 ha se encuentran en etapa de
desarrollo, con una producción aproximada de 3.518.135
toneladas (fruto) y 712.120 toneladas de aceite crudo.

En Colombia hay 51 plantas extractoras de aceite,
distribuidas en las cuatro zonas. Zona Oriental: 24 plantas
extractoras. Las cuales están distribuidas: 20 en el
departamento del Meta, 2 en Casanare, 1 en Cundinamarca, 1 en
Caquetá.

En el año 2006, la producción de aceite de
palma crudo en la Zona Oriental alcanzó 219.000 toneladas,
lo que representó el 30.7% de la producción total
del aceite en Colombia. Sin embargo, la participación de
la Zona Oriental en la producción nacional de aceite de
palma cayó por segundo año consecutivo, una
tendencia que representa desde1999.

Entre los aspectos socioeconómicos de la palma de
aceite se pueden mencionar los siguientes:

*En el 2006, las exportaciones
mundiales equivalen al 74% de la producción.

* Malasia e Indonesia concentran el 84% de la
producción mundial y el 90%de las
exportaciones.

* Colombia es el quinto productor mundial y el primero
en América
con 711.000toneladas.

*El aceite de palma participa con el 1.8%del PIB
agropecuario nacional.

*Entre 1996 y 2006 las exportaciones pasaron de 46.000 a
243.000 toneladas.

*En el año2006, el consumo de
aceite de palma en Colombia fue de 468.000toneladas.

*Generación de empleo: 94 mil en 78
municipios.

*Área potencial para el cultivo de la palma:
3.5millonesde hectáreas.

En el Departamento del Meta, según Fedepalma, en
el año 2006 en el Departamento del Meta, existían
72.441 hectáreas (43.404 hectáreas en
producción y 29.037 ha en desarrrollo) Sin embargo, la
Corporación Colombia Internacional basados en
fotografías aéreas al año 2007, da cuenta
que en el Departamento existen 97.136 hectáreas
plantadas.

En cuanto al comportamiento
productivo del cultivo en el Departamento del Meta, comparando el
año 2005 y el 2006 se observa un incremento en la
producción de aproximadamente el 15.28%, equivalente en
valores
absolutos a 28.796 toneladas. (Se pasó de 188.395
toneladas a 217.191toneladas aproximadamente).

Evolución
del área de palma africana

Años 2001-2006 en el departamento del
Meta.

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Los municipios más productores en el Departamento
del Meta en el año 2006 son: San Carlos de Guaroa 28.699
ha, San
Martín 13.104 ha, Acacías 11.445 ha, Castilla
la Nueva 7.012 ha y Cabuyaro con 4.522 ha. Estas cifras tomando
en cuenta la información reportada por la
Corporación Colombia Internacional en el año
2007.

El cultivo de palma en el Departamento del Meta durante
los últimos años, ha tenido un crecimiento
significativo, debido a las políticas
impulsadas por el gobierno nacional, y al auge que ha tenido la
implementación de la economía de escala en
la región. Si se compara el área en el año
2001 al 2006 se observa que existe un incremento de 32.032
hectáreas.

La Federación Nacional de cultivadores de palma
(Fedepalma) anunció que inversionistas y palmicultores del
país tienen identificados 8 proyectos para producir
biodiesel, a partir de la palma de aceite.

De acuerdo con el gremio, los proyectos demandarían una
inversión superior a 100 millones de
dólares y permitirían procesar cerca de 500 mil
toneladas del fruto de palma de aceite al año. Por otro
lado, señaló que estos estarían ubicados en
Santa Martha, Codazzi, Magdalena medio, Cartagena, Llanos
Orientales (2) uno de ellos en Castilla la Nueva, Tumaco y
Bogotá. Por ahora la incursión de biodiesel
proyectada para 2008, está a la espera de mayores investigaciones
técnicas debido a que es necesario validar
el proceso de
implementación midiendo sus verdaderos alcances.

Manuelita es una de las plantas de extracción de
aceite de palma que actualmente están en funcionamiento en
el departamento del Meta . Otras plantas de bioenergía que
están en perspectiva son: Biocastilla, Bioenergy,
Petrotesting e Inversiones
Nacionales.

Los esfuerzos en el país se han concentrado en un
municipio con gran tradición de petróleo
en Meta: Castilla la Nueva, un territorio en donde se
están gestando las primeras plantas de biodiesel del
país. La creación de Biocastilla S. A., empresa de
transformación primaria y secundaria del fruto de palma y
sus derivados, pretende ser el polo de desarrollo endógeno
de este municipio y planea ubicarse como un centro de
producción de agrocombustibles limpios.

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Para el segundo semestre de 2008, la planta
podría procesar 40 toneladas por hora de fruta fresca de
palma africana, y generar, en su etapa final, 35 toneladas de
biodiesel al año, para que este sea el producto principal,
junto con el aceite crudo de palma africana, así como
otros subproductos como las esterinas, oleínas, palmiste,
ácidos
grasos y glicerina.

Frente a este panorama, en el departamento del Meta, las
aéreas dedicadas al cultivo de palma aceitera
continúan en expansión, desplazando cultivos que en
otras horas producían alimentos para los metenses como el
arroz, la soya, el maíz y
otras especies de pancoger (plátano, cacao, yuca,
papaya).

Apoyándose en las políticas nacionales, los
gobiernos de turno en el Meta han desarrollado estrategias, sin
importar la suerte ni la alimentación de miles
de metenses, perdiendo el departamento en el periodo de 2004 a
2006, 45.270 hectáreas dedicadas a la producción de
los granos (arroz, maíz, y soya), para ser dedicadas en
especial a la palma aceitera (17.106 hectáreas en este
periodo) y a los pastos, continuando así la
praderización del Meta. Veamos las cifras de la Secretaria
de agricultura y desarrollo rural del Meta.

Área establecida en los principales
cultivos del Meta 2004 – 2006
(hectáreas)

Cultivo

2.004

2.006

Variación

Arroz

101.667

66.555

-35.112

Maíz tecnificado

17.535

11.918

-5.617

Maíz tradicional

10.032

8.646

-1.386

Soya

26.135

22.980

-3.155

Palma Aceitera

63.003

80.109

17.106

En el caso del arroz la perdida en hectáreas
cosechadas, según reportes de Fedearroz y la Secretaria de
agricultura y desarrollo rural del Meta, llega a las 35.112
hectáreas entre el 2004 y el 2006; mientras la
expansión en palma entre el 2001 y el 2006 es de 32.032
hectáreas especialmente en municipios de vocación
ganadera.

En cuanto a la posible crisis por
desabastecimiento de alimentos debido a la destinación de
tierras para producir materia prima para los combustibles, el
Secretario de agricultura del Meta, Javier Aníbal Rojas
dice que "esas tierras son nuevas y que las variedades
utilizadas en maíz, caña y yuca no son utilizadas
para la alimentación humana".

Y aunque el Secretario de Agricultura del Meta reconoce
que el área del arroz ha venido disminuyendo para darle
paso a la palma de aceite (utilizada para producir biodiesel), no
precisó el número de hectáreas que han
pasado del arroz a la palma. "Colombia en estos momentos
está blindada frente a la crisis alimentaria porque somos
de vocación campesina, la gran mayoría son
agricultores y producen todo tipo de alimentos debido a la
variedad térmica y de pisos que hay en la
región",
dijo el Secretario de Agricultura del Meta,
Javier Aníbal Rojas (Llanos siete días,
mayo 2 de 2008)

Municipios como San Martin, Castilla la Nueva y San
Carlos de Guaroa ven desaparecer de su entorno los cultivos de
maíz y soya para dar paso a una agricultura en palma
aceitera de alta precisión, productores ausentistas y gran
inversión en capital, al
tiempo que
aumenta la pobreza y el
desplazamiento en alguno de ellos.

Área cosechada en los cinco municipios de
mayor producción de palma aceitera en el
departamento del Meta, 2006

Municipio

Arroz

Maíz Tecnificado

Soya

Subtotal granos

Palma

Acacias

964

70

230

1.264

11.445

Cabuyaro

8.848

70

810

9.728

4.522

Castilla la Nueva

6.176

 

 

6.176

7.012

San Carlos Guaroa

2.755

320

350

3.425

28.699

San Martin

2.745

 

 

2.745

13.104

Totales

21.488

460

1.390

23.338

64.752

Los problemas de
la Palma: trabajo a destajo, productividad y
costos

Los propietarios de las plantaciones de palma en
Colombia se ubican en 78 municipios del país (15), de las
cuales un porcentaje significativo se encuentra bajo el esquema
de alianzas productivas y modelos de
trabajo a
destajo, que, según el gobierno nacional "está
mejorando la calidad de
vida de más de 4.500 pequeños productores y de
sus familias". Pero que en realidad los que se están
beneficiando son un puñado de empresas que controlan todo
el proceso y también la mano de obra barata.

Para el sector palmero y para el gobierno uno de los
mayores problemas es
la baja productividad. Es
por ello que se ha buscado pasar de rendimientos promedio de 4
toneladas de aceite crudo por hectárea a 7 y 8 toneladas.
Adicionalmente el problema de las enfermedades y plagas, tiene
fuerte incidencia en algunas regiones (16). Por ejemplo, en el
Pacífico sur, muchos agricultores de palma en Tumaco, han
sido fuertemente afectados por estos problemas fitosanitarios, lo
que los ha llevado a abandonar los cultivos y han vuelto a los
cultivos ilegales como única opción.

¿Por qué Colombia tiene costos de
producción superiores a los principales productores de
aceite de palma y otros aceites y grasas
sustitutos? Entre estas se destacan: una tasa de cambio no
competitiva, alto costo de la mano
de obra, alto precio de la tierra, alto costo de transporte, la
logística de comercialización y
exportación, una alta incidencia de enfermedades y plagas
en el cultivo, el bajo aprovechamiento de economías de
escala, el alto costo del capital léase como tasa de
interés, y finalmente los altos costos asociados
con la inseguridad y
los cultivos ilícitos.

Esta situación ha llevado a que no se pueda
competir con los costos de producción que se tiene en los
países del sureste asiático, en donde el Estado ha
entregado a las transnacionales casi gratis el territorio
nacional y las condiciones laborales son mucho peores que en
Colombia. En la publicación El amargo fruto de la palma
aceitera (17), se muestra que
mientras el costo promedio de producción de una tonelada
de aceite de palma en Colombia costo alrededor de 359
dólares en los años 2004 y 2005, en Malasia, la
misma tonelada costo 246 dólares y en Indonesia de
158.

Impactos
Ambientales

Son varias las investigaciones a nivel nacional y
mundial que se han realizado en relación con los impactos
ambientales de la palma aceitera sembrada como monocultivo en
grandes extensiones, cultivo al que se le ha denominado desierto
"verde" (18). De acuerdo con las realizadas por el Instituto de
Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander Von
Humboldt, los impactos provocados por los monocultivos
forestales, como es el caso del cultivo de la palma aceitera, son
analizados sobre el agua, el
suelo, la flora, la fauna y el
paisaje, en tanto en el segundo se tratan los efectos sociales y
económicos (19). Los suelos cambian sus
características empobreciéndose y la capacidad
agronómica de éstos, se pierde (20).
Adicionalmente, se presenta un empobrecimiento de la biodiversidad
vegetal y animal.

Para el caso del Chocó Biogeográfico, la
sustitución de los bosques por palma, ha generado una
explotación ilegal de madera, pues
se han extraído muchas especies maderables sin
ningún tipo de control estatal
(21). En efecto, cuando los monocultivos forestales dan lugar a
déficit en el ciclo hidrológico, esto no constituye
una cifra negativa en el balance
hídrico sino que se reflejará por ejemplo, en
una escasez en el
abastecimiento de agua para la
gente local, para la cual el agua constituye un recurso esencial
en materia de agua potable,
para la agricultura, para el ganado y para la pesca.

En las plantaciones de palma aceitera ubicadas en zonas
de alta pluviosidad, es necesario drenar las aguas, pues si la
palma crece en tierras húmedas, el fruto se amarillea y no
da el rendimiento esperado. Para maximizar el rendimiento, es
decir la cantidad de aceite por fruto o por planta, hay que secar
las tierras (22). Las plantaciones de palma aceitera necesitan de
fungicidas, herbicidas, y plaguicidas, dado que al no tratarse de
un cultivo autóctono, sembrado como monocultivo a gran
escala, se ve sometido a muchas plagas y enfermedades. El
más conocido es el herbicida Roundup, fabricado por
Monsanto (23), cuyo elemento activo es el glifosato, que se usa
también en las fumigaciones de cultivos ilícitos.
El uso de este herbicida y de otros químicos sumamente
tóxicos, provocan problemas en la salud de los trabajadores
que se encargan de la aspersión de los mismos, siempre sin
cumplir las más mínimas medidas de seguridad en
el trabajo
(24).

Los problemas
ambientales generados por las plantaciones de palma en la
región del Bajo Atrato (Chocó), han sido causados
por  la intensa deforestación y el uso inadecuado del
recurso bosque, que asociado con la intensa lluvia y el
inadecuado uso del suelo, ocasionan la pérdida de la
biodiversidad en la región. El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander Von Humboldt (25) afirma que "Es importante
recordar que las plantaciones de palma no son bosques, son
ecosistemas
uniformes que sustituyen los ecosistemas naturales y su
biodiversidad. Esto usualmente resulta en impactos sociales y
ambientales negativos: decrece la producción de agua, se
modifica la estructura y composición de los suelos, se
altera la abundancia y composición de especies de fauna y
flora, se pierde la base del sustento de la población
nativa y en algunos casos se produce el desplazamiento de las
comunidades negras, indígenas y campesinas de la
zona
". Algunos ejemplos ya se han documentado, como es el
caso de "la zona palmera del municipio de Tumaco
(Nariño)", en donde la destrucción del bosque
primario ha estado asociada, en muchos casos, al establecimiento
del cultivo de la palma.

¿Quién gana y quién
pierde en el negocio del agrodiesel?

Sin comenzar todavía en forma el negocio del
agrodiesel en Colombia, ya se  sienten lo impactos de
este  nuevo modelo económico que se impondrá
en buena parte de las regiones bajas tropicales potencialmente
aptas para el cultivo de la palma aceitera. Ya existen
múltiples evidencias en
el mundo del eminente fracaso de este modelo de agrocombustibles
para solucionar de una forma sustentable el problema de
disponibilidad de combustibles, especialmente por los impactos
ambientales, socioeconómicos y en la soberanía alimentaria. A pesar de estas
evidencias, el gobierno nacional encabezado por el doctor Uribe,
insistentemente se ha metido de lleno a promover este
agronegocio, es así, como se han adecuado las leyes, y se
les ha dado garantía e incentivos a los inversionistas a
cambio de nada.

Para el caso de la palma aceitera, se diseño
y aprobó a pupitrazo limpio el Estatuto de Desarrollo
Rural (hoy en día declarado inconstitucional) para no solo
entregar en concesión a los inversionistas grandes
extensiones de tierras, que los campesinos poseedores no han
podido legalizar; sino también legitimar e incorporar a
este negocio, muchas de las tierras que terratenientes y
paramilitares le han arrebatado a los campesinos a sangre y fuego;
además muchas de estas nuevas tierras legitimadas por el
Estado para ser destinadas al cultivo de palma son alimentadas
por el negocio de lavado de
dinero proveniente del narcotráfico.

Es de suma gravedad lo que está pasando en el
Chocó Biogeográfico, en donde el cultivo de la
palma se está imponiendo en los territorios colectivos de
comunidades afrocolombianas, violando los derechos territoriales y
destruyendo estos frágiles ecosistemas de bosques
tropicales. Especialmente en el Norte del Choco ha habido un
fuerte rechazo y expresiones de solidaridad
nacional e internacional frente a este problema, aunque este
modelo productivo sigue avanzando con el aval del Estado.
Igualmente es muy crítico lo que está sucediendo en
las regiones del medio y bajo rio Magdalena y otras zonas del
Caribe, en donde estas plantaciones avanzan a pasos agigantados y
de forma poco visible, puesto que en las regiones en donde
predomina la posesión de tierras por campesinos, sin
títulos de propiedad legales, además están
sumergidos en medio de la guerra, y es
precisamente allí donde este agronegocio de la palma se
está estableciendo con mayor fuerza;
negocio que se hace viable a través  de la legitimación de tierras a los
inversionistas mediante la ley de justicia y paz
y del Estatuto Rural. Pero lo triste de lo que está
ocurriendo por ejemplo en el Sur de Bolívar, es que
allí los campesinos no tienen quien los defienda, porque
para el Estado ellos son invisibles.

Referencias
bibliográficas

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comercializadora de Organismos Genéticamente
Modificados.

24. WRM Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales.
2001. Boletín número 52. Los trabajadores de
la empresa
Plantaciones Unipalma de los Llanos S.A. denuncian situaciones de
este tipo.

25. INSTITUTO ALEXANDER VON HUMBOLDT. "Incentivos
Económicos Perversos para la Conservación de la
Biodiversidad. El Caso de la Palma Aceitera", Boletín No.
21 de agosto del 2000. En Amicus Curiae "Explotación
Maderera y Derechos Humanos en el Bajo Atrato –
Chocó" Defensoría del Pueblo. Bogotá,
2002.

 

 

 

Emilio García
Gutiérrez

Partes: 1, 2
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